Gustarte es tocarte con los ojos cerrados y sentir la desnudez de tu piel, tu sensualidad, tus líneas prodigiosas, redondeadas y perfectas bajo tus dedos.
Gustarte es percibir cómo tus cabellos vuelan desordenados al viento.
Gustarte es entregar tu cuerpo desnudo bajo la lluvia fría de fin de verano y sentirte viva.
Amarte es mirarte en tus luces y sombras para llenarte cada día de más luz y abrazar cada vez más intensamente tu sombra.
Amarte es expresarte única y auténtica sin filtros ni pretensiones.
Amarte es disfrutarte cada segundo en tu luz y tu oscuridad.
Vivirte es comprometerte con quién eres y con lo que quieres.
Vivir es escuchar cómo tu esencia grita cada día quién eres y navegar a favor de encontrarte.
Vivir es exprimir cada instante, cada aprendizaje y cada encuentro como si fuera el último.
Gustarte es amarte sin espejos, ni juicios, ni opiniones. Es sentirte viva y en paz como eres, como fuiste, como serás. Es vestirte de ti para ser, ser y ser, escuchando tu esencia. Es vivirte y elegirte de nuevo cada día para amarte, si se puede, un poco más.