Caer para deshacerte en pedazos y reconstruirte de nuevo. Pensando que sabes hacia dónde vas y qué emprenderás con lo que quede de ti, pero sin tener la certeza.
Sintiendo que quieres que el tiempo corra y corra para saber hacia dónde caminas, qué te depara realmente la vida y si es aquello que habías dibujado en tu imaginario.
Procurar disfrutar del camino a cada paso, aunque no sea un sendero en línea recta hacia los sueños que esperas con impaciencia. Intentando aprender a cada palmo de un camino que tiene curvas y en el que quieres confiar, a veces temerosa, que sabes a dónde te lleva.
Intentando no perder el centro. Amando cada hallazgo. Sintiendo el dolor, que no sufrimiento, que a veces te ofrece la vida.
Y confiando, confiando plenamente en ti, que el guion de la vida te acompañará en cada escena que necesitas para llenar de sentido tu viaje.
