Llueven pétalos de almendro

Ametller - Lluna de LLum

Una manta de nubes cubre el cielo matutino. Nubes espesas de luz fría de invierno. Nubes llenas de una lluvia sana que ya necesitamos. Agua. Agua que nos serena y limpia por dentro. Miro por la ventana esperando el instante en que comience a llover. Deseando salir descalza y desnuda de todas las vestimentas para que me purifique el agua. Que me empape por completo. Sintiendo cada caricia, cada gota, y cómo la frescura me cala por dentro y me desviste hasta ser una con la lluvia, con las nubes, con el cielo, con este invierno que ya deja intuir las primeras tardes alargadas. Ya puedo imaginarme: cabellos mojados, el cuerpo fresco, los pies en la tierra, las manos al cielo, la mirada al infinito y el corazón lleno de gratitud por este baño improvisado, matutino, invernal, ancestral y purificador.

Lluvia fina que cae hasta el alma. Agua dulce que bendice la vida. Ya llueven pétalos de almendro. El invierno deja entrever las primeras claridades.